martes, 22 de mayo de 2012

POCO CREÍBLE




Poco creíble, pero cierto: somos seres configurados para ser felices. Simplemente, necesitamos tan solo  abrirnos a la realidad que está ahí frente a nosotros, o dentro de nosotros mismos, y captarla como lo real positivo, como lo excelente, como lo maravilloso.
Dirá usted: sí, eso será algunas veces, pero otras muchas será todo lo contrario, lo que está presente es doloroso, triste, amenazante, y lo único que podemos hacer es sufrir. Exactamente, eso es lo que nos han enseñado, eso es fondo cultural activo.
Sentirnos bien o mal no depende de nosotros, sino de lo que tengamos ahí delante o dentro de nosotros mismos, como una enfermedad.  Si fuera así, estaríamos realmente encerrados en un valle de lágrimas del cual no hay salida. Muchas personas en todo el mundo viven como si fuera así de modo fatal, sin remedio alguno.

Algunas personas han decidido rechazar esta esa norma fatalista y decidir ellas mismas estar feliz con todo lo que suceda fuera o dentro de ellas, y ¡lo han logrado! ¿Cómo puede ser eso? San Juan de la Cruz escribió; “Hace tal obra el amor - después que lo conocí,- que si hay mal o bien mí, - todo la hace de un sabor, - y al alma transforma en sí”. Lo dice en la canción 11 de su poemario.
Es, pues, obra del amor. Ese gigante inmensamente poderoso, el Amor, puede hacerlo. Y lo hace si le damos lugar. Si en la tarde llueve, disfrutas la lluvia; si en la noche todo se oscurece, descansas los ojos de la luz. Si gozas de excelente salud, sientes la carne y los huesos felices. Si enfermas y te duelen, tu sigues feliz, porque los amas, porque te amas.
Parece increíble, pero es verdad. No existe situación en la vida en la que no puedas ser feliz.




martes, 1 de mayo de 2012

M A Y O-





Llega el mes de mayo, el mes de los trabadores, el mes de las flores que no trabajan y el mes de las madres, que sí trabajan y mucho. Llega el mes más feliz del año y no está permitido que nadie esté triste este mes. Sus tristezas, si las tienes, empújalas hacia el próximo mes, o mucho mejor, envíalas de vuelta al mes ya pasado. Este mes tú tienes muy especiales motivos para estar feliz.
Algunas de mis razones. Me siento muy  feliz en este mes cuando recuerdo a mi madre. Me siento muy dichoso por haber tenido una madre cariñosa, tierna, acogedora, complaciente. Ella hizo todo lo posible para que yo me sintiera siempre acogido. Creo que sembró en mí semillas increíbles de optimismo. Fui un niño muy sensible, medio llorón, todavía la recuerdo. Nunca tuvo un gesto de cansancio, ni conmigo ni con los otros cuatro hijos. Sobre la tierra no hay dicha mayor que haber tenido una madre buena.
Muchas personas no sienten que hayan tenido una madre buena, todo lo contrario, sus recuerdos están llenos de rechazos, golpes, desprecios, críticas. Eso es realmente muy triste. Pero se debe recordar algo, a pesar de todo, ella fue quien te llevó en su seno, quien te crío, quien cuidó de ti, y puedes tener la seguridad de que te amó tanto cuanto estuvo en su poder. Hizo todo lo que en las circunstancias reales de su existencia podía hacer. Amala en tu corazón.
Algunas personas en el mundo no han conocido a la madre que los trajo al mundo, otras personas asumieron ese papel con mayor o menor acierto. Quizá no haya nada tan triste como no conocer a su propia madre. Hoy puedes recordar algo absoluto, no discutible. Ella fue sin duda la persona que te llevó en su seno y te dio parte de tu herencia, la llevas contigo. Puedes mirar tus manos y decir: ¡Gracias, Mamá!  
                                   Basta para ser feliz.