miércoles, 18 de diciembre de 2013

LA VERDAD





La verdad no solo nos hace libres, sino también felices. Cierto, existe el ámbito pequeño de la verdad, el de las pequeñas cosas que tratamos cada día, cuya importancia es ciertamente relativa. Es verdad que hoy es 18 de diciembre de 2013, pero mañana, yo es verdad tal cosa. Necesitamos las pequeñas verdades para la diaria, forman parte  de la cotidianidad.
Pero existen verdades grandes, tan grandes que ellas determinan lo que somos o dejamos de ser. Un es el siguiente enunciado: “solo somos felices cuando obramos bien”. Esto suena con cierta lógica en el oído de cualquiera, pero no es evidente por sí mismo. La experiencia lo podría mostrar. Obrar bien es el más noble sentimiento del ser humano. Por eso es uno de los más interiores.
En general, la humanidad ha buscado las grandes verdades y ha hecho las grandes preguntas: ¿De Dónde vengo, a donde voy, qué debo hacer? El cristiano responde: vengo de Dios por medio de un proceso creador que lleva ya trece mil setecientos millones de años. Y voy al encuentro de mi Creador, a vivir en su gloria eternamente. Lo que tengo que hacer es el bien. Quien crea esto con toda la fuerza de su mente será una persona absolutamente feliz
Este es el mensaje esencial de todas las religiones. Pero ocurrieron múltiples interpretaciones de estos términos. Lo primero fue que el hombre no obró bien y se apartó de Dios. Lo segundo fue que Dios puso condiciones al hombre para llegar a él en la otra vida. Y la historia es que muy pocos miembros de la humanidad las cumplen. Los otros muchos son apartados de Dios eternamente sujetos a sufrimientos indecibles.
Ya en esta, posición al creyente sólo le queda vivir en una angustiante zozobra. Un dramatismo imponente penetra en la vida y de pronto todo se hace insoportable, todo: Dios, el bien, la religión, el prójimo y la única salvación que queda es la indiferencia.
Un espantoso ruido ha entrado en el sistema. Alguna funesta mentira ha entrado en el sistema de las verdades esenciales. Algo no esencial, falso, se ha introducido en el conjunto de las verdades liberadoras. Está en las interpretaciones. Los hombres que vivieron hace miles de siglos pensaron que Dios se comporta a imagen de los hombres mismos.
San Agustín escribió así: “Dios, que te creo sin ti, no te salvará sin ti”. Muy mal negocio ese. Si la creación fue gratuita, la salvación, por razones superiores, debe ser también gratuita. Dios nos crea, gracias, y Dios nos salva, más gracias todavía.
Ahora recobramos nuestra dignidad, ahora la verdad absoluta nos hace libres y felices.

Porque es así y no de otra manera, FELIZ NAVIDAD

miércoles, 4 de diciembre de 2013

FELIZ NAVIDAD



FELICITACIÓN DE NAVIDAD

“Gloria a Dios en el cielo
Y en la tierra paz a los hombres
Nacidos de su amor”.


Es Navidad, celebramos el nacimiento hace 2013 años del maestro de la paz. El vino desde la presencia del Padre para anunciar la paz, la paz de Dios, la que el mundo no puede dar. Es la paz de nuestra verdad fundamental: hemos nacido hijos amados del Padre para heredar su reino, la vida eterna. Estamos en esta tierra camino del cielo, de la paz eterna, de la alegría sin fin, del amor incomparable. Por lo tanto, feliz Navidad
      Es verdad que estamos de camino, es verdad que el camino puede ser a veces incómodo, Pero, si miramos adónde vamos, comprenderemos con gran alivio que podemos hacerlo cantando y bailando, sin necesidad alguna de llorar, pues que vamos a la vida sin ocaso.
     Obviamente, si usted está leyendo este mensaje es que ha nacido en esta tierra donde todavía vive. El nació para explicarnos que no hay nada que temer, que el Padre se ha complacido en darnos participación en su reino de luz eterna. Entonces es usted alguien indeciblemente dichoso: pudo no nacer, pero nació, y ahora, ya nacido, solo tiene por delante la vida feliz en la eternidad de Dios que le ama como a hijo suyo. Entonces, feliz Navidad
    Si usted lee esto, pero no es cristiano, ni siquiera creyente, no se preocupe. El Hijo Dios se hizo carne y habitó entre nosotros, y en esos días nos dejó aclarado que él no vino a condenar al mundo, sino a salvarlo. Soy ahora feliz al pensar que usted y yo tendremos una eternidad para celebrarlo. Esto es Navidad. Quizá sea verdad que el modo de celebrar la Navidad no suscite grandes ideas, pero el que Hijo de Dios se haya hecho hombre tiene una enorme significación para la humanidad.  Por y eso, y por mucho más, feliz Navidad.
    Lo primero es que el Hijo de Dios se hizo hombre para que todos los hombres se hicieran hijos de Dios. El proyecto divino, tal como se describe principalmente en las cartas de san Pablo, se puede exponer así: Dios creó el universo para que existiera el hombre, y creó al hombre para que existiera Cristo y a Cristo para Dios, el cual lleva al cielo en su naturaleza humana a todos los humanos. Este proyecto divino es la voluntad de Dios de hacer partícipes de su gloria a los seres humanos, junto a los ángeles. El pecado no interviene en este proyecto de ninguna forma. La encarnación del Hijo Dios hubiese ocurrido lo mismo con pecado que sin pecado. Por eso digo, Feliz Navidad
   La creación del hombre es acto de gracia que se continúa  con la Encarnación. Pero la condición humana ha sido siempre clara para Dios. El pecado de los hombres no ha tomado a Dios nunca por sorpresa. Desde siempre ha contado con él y ha desarrollado su plan de salvación para la humanidad con absoluta independencia del comportamiento humano. Todo lo ha hecho por pura gracia, todo lo ha hecho desde su amor y por su amor. Esto es lo que celebramos en estos días.
                                                      AsÍ, pues, FELIZ NAVIDAD