miércoles, 21 de diciembre de 2011

GLORIA, GLORIA

¡Gloria, Gloria!

“Gloria a Dios en el cielo
Y en la tierra paz a los hombres
Nacidos de su amor.


Es Navidad, celebramos el nacimiento hace 2011 años del maestro de la paz. El vino desde la presencia del Padre para anunciar la paz, la paz de Dios, la que el mundo no puede dar. Es la paz de nuestra verdad fundamental: hemos nacido hijos amados del Padre para heredar su reino, la vida eterna. Estamos en esta tierra camino del cielo, de la paz eterna, de la alegría sin fin, del amor incomparable.
Es verdad que estamos de camino, es verdad que el camino puede ser a veces incómodo, Pero, si miramos adónde vamos, comprenderemos con gran alivio que podemos hacerlo cantando y bailando, sin necesidad alguna de llorar, pues que vamos a la vida sin ocaso.
Obviamente, si usted está leyendo estas líneas es que ha nacido en esta tierra donde todavía vive. El nació para explicarnos que no hay nada que temer, que el Padre se ha complacido en darnos participación en su reino de luz eterna. Entonces es usted alguien indeciblemente dichoso: pudo no nacer, pero nació, y ahora, ya nacido, solo tiene por delante la vida feliz en la eternidad de Dios que le ama como a hijo suyo.
Si usted lee esto, pero no es cristiano, ni siquiera creyente, no se preocupe. El Hijo Dios se hizo carne y habitó entre nosotros, y en esos días nos dejó aclarado que él no vino a condenar al mundo, sino a salvarlo. Soy ahora feliz al pensar que usted y yo tendremos una eternidad para celebrarlo.

FELIZ NAVIDAD






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