Llega el mes de mayo, el mes de los trabadores, el mes de las flores que no
trabajan y el mes de las madres, que sí trabajan y mucho. Llega el mes más
feliz del año y no está permitido que nadie esté triste este mes. Sus
tristezas, si las tienes, empújalas hacia el próximo mes, o mucho mejor, envíalas
de vuelta al mes ya pasado. Este mes tú tienes muy especiales motivos para
estar feliz.
Algunas de mis razones. Me siento muy
feliz en este mes cuando recuerdo a mi madre. Me siento muy dichoso por
haber tenido una madre cariñosa, tierna, acogedora, complaciente. Ella hizo
todo lo posible para que yo me sintiera siempre acogido. Creo que sembró en mí
semillas increíbles de optimismo. Fui un niño muy sensible, medio llorón,
todavía la recuerdo. Nunca tuvo un gesto de cansancio, ni conmigo ni con los
otros cuatro hijos. Sobre la tierra no hay dicha mayor que haber tenido una
madre buena.
Muchas personas no sienten que hayan tenido una madre buena, todo lo
contrario, sus recuerdos están llenos de rechazos, golpes, desprecios,
críticas. Eso es realmente muy triste. Pero se debe recordar algo, a pesar de
todo, ella fue quien te llevó en su seno, quien te crío, quien cuidó de ti, y
puedes tener la seguridad de que te amó tanto cuanto estuvo en su poder. Hizo
todo lo que en las circunstancias reales de su existencia podía hacer. Amala en
tu corazón.
Algunas personas en el mundo no han conocido a la madre que los trajo al
mundo, otras personas asumieron ese papel con mayor o menor acierto. Quizá no
haya nada tan triste como no conocer a su propia madre. Hoy puedes recordar
algo absoluto, no discutible. Ella fue sin duda la persona que te llevó en su
seno y te dio parte de tu herencia, la llevas contigo. Puedes mirar tus manos y
decir: ¡Gracias, Mamá!
Basta para ser feliz.
1 comentario:
Que Alegria me da leerle Padre....Yo soy de esas privilegiadas que tuvo una madre santa...creo que todas lo son! Siempre que hablo con Ella la veo incrustada en mi Madre Celeste, la Reina de la Paz y en mi caso La Virgen de la Cabeza...la mia por un momento casi la pierdo por mis "idolos" pero la Gracia me rescató y Ella me tiene bajo su manto. un abrazo
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