Usar bien la inteligencia es la clave de la felicidad. La inteligencia
se usa bien cuando se dirige a buscar lo verdadero, lo bueno y lo bello, que
constituyen el Bien absoluto que busca el ser humano como su supremo destino.
Dentro de ciertos ambientes cristianos se han introducido ciertos lenguajes que
pueden provocar graves incomprensiones. Si piensas correctamente es que estás
inspirado por el Espíritu Santo, de lo contrario, pensarìas mal.
Tenemos así dos posiciones:
Bajo el influjo del Espíritu Santo, pienso bien
Sin el influjo del Espíritu Santo, pienso mal.
Por lo tanto el pensar bien no es efecto de la propia inteligencia, sino
del influjo del Espíritu; por el contrario, el pensar mal es por falta del
influjo del Espíritu Santo. Si esto es así,
pensar bien no es efecto meritorio del sujeto humano, ni el pensar mal es
efecto culpable del mismo.
Si yo admito que mi propia inteligencia, por sí
misma, por su propia fuerza natural, es incapaz de pensar bien, tengo que
pensar que mi inteligencia trae un muy grave defecto de fábrica. Tal como Dios
me creó soy un ser desventurado. Mi creador me dio una inteligencia que sólo
sirve para pensar mal. Si pienso esto no puedo ser feliz, soy una calamidad.
Dado el número tan grande de malos pensamientos que
rigen las sociedades humanas, se puede deducir que el Espíritu Santo interviene
muy poco. Entonces la tentación de ateísmo se hace muy fuerte.
El uso correcto de mi inteligencia con sus fuerzas
naturales, tal como Dios la ha creado, si la uso bien, me llevará a conocer la
verdad, el bien y la belleza. Soy responsable de mi vida. Esta inteligencia
natural, como la creo Dios, es una gracia luminosa. Puedo ser feliz.
2 comentarios:
EXCELENTE FORMA DE EMPEZAR EL DIA,
APRENDIENDO A USAR NUESTRA INTELIGENCIA.
GRACIAS.
IVELISSE
Me encanta saber que el influjo del Espiritu Santo es indispensable para pensar Bien!! Hay personas que creen que sin El...se puede llegar a ver las cosas rectamente.......un abrazo
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