Santa Teresa escribió en su poema
más conocido “Nada te turbe”. La
razón de ello es que todo se pasa; siendo así, no vale turbarse por cosa alguna, de todas
maneras se pasará y te verás libre de ello. La santa doctora escribió “nada te turbe, nada te
espante” La vida de muchas personas está llena de turbación y espanto, de
infelicidad, como si los males no acabaran nunca.
Tenemos una facultad maravillosa,
la memoria, almacén de todas las experiencias. El psiquismo humano funciona con
los servicios generosos de la memoria. Ella tiene sus leyes propias, es
selectiva, recuerdas y no tienes mayor dominio sobre lo que viene a tu memoria,
recuerdas lo que no quieres y lo que quieres no lo recuerdas. Por qué viene algo
a tu memoria es difícil de definir. Algunas veces será porque quieres, y otras
muchas, los recuerdos vendrán sin tú quererlos. No puedes impedir que vengan,
pero los puedes dejar ir sin turbarte, finalmente se pasan.
Se supone que el psiquismo se
mueve por interés del sujeto, para salvaguardar la integridad del yo. Muchas
veces te has sentido amenazado y has temido por tu vida o tus valores, esas
situaciones fueron guardadas por la memoria en forma de angustia. Las
situaciones ser pasaron, pero el recuerdo angustioso de ellas se quedó en tu
memoria. Cuando afloren en el subconsciente te sentirás angustiado don dsner
por qué. Si tienes el entrenamiento mental suficiente puedes regresar con la
memoria a los hechos originantes, descubrirlos y racionalizarlos. De todas
formas, esos dinamismos molestos del psiquismo también se pasan. Entonces
vienen, como mansas palomas, tus recuerdos positivos. Ahora puedes comprender
mejor que Dios no se muda.
Es decir, ninguna perturbación,
ni externa ni interna, tiene un dominio soberano sobre ti, todo se pasa, no te
turbes, goza de la paz divina que hay dentro de ti.
Nadie puede ser una persona
feliz sin el cultivo esmerado de su mente. En definitiva, de su yo. Nada te
espante.