sábado, 12 de enero de 2013

SALIR DE LA ILUSIÓN





Nosotros hemos comenzado el año con el santo deseo de que Dios nos ayude a tener más. San Juan de la Cruz escribió: “Para venir a poseerlo todo, no quieras poseer algo en nada”. Existe una extraña relación entre estos tres términos, todo, algo, nada. Vamos al espacio de los sentimientos, emociones y pasiones, que son las agarraderas con que agarramos y poseemos las cosas mentalmente. De ello hablamos. No de posesiones materiales.
Venir a poseerlo todo. ¿Qué es todo? Todo es el Creador y la entera creación. Lo opuesto a todo es nada, ninguna cosa. Algo es alguna pequeña parte del todo. Algo es una fracción, por mucho que sea. Si tu deseo, si tu mente, se orienta a querer algo, alguna fracción del todo, ciertamente no estarás teniendo el todo y así te quedarás vacío
¿Existe alguna razón para desear tenerlo todo?  Sí, existe una razón inmensa, imponderable. Simplemente, solo el todo te puede hacer totalmente feliz. La felicidad es un todo, no fragmentos. Muchas personas tienen buchitos de felicidad, goticas de felicidad que gotean de los algos. Pero la felicidad plena, total, sin límite, la da solo la posesión del todo. Siempre que quieres algo, te limitas a él, y quedas preso en su poquedad, atrapado en su impotencia, y allí sufres y te ensucias y padeces. Algo es siempre un fanguero de ser, una miseria.  Entonces, ¿qué hacer, si vivimos dentro de los fragmentos de los algos? Si alguien desea comer frutas y come una manzana, ¿qué pasa? No pasa nada, solo que obtiene, si es el caso, un fragmento de felicidad. Y… se quedará con hambre, no de manzanas, sino de felicidad.
La solución es no quererlos, es decir, no estimarlos, no valorarlos, como si ellos fueran el todo. Es necesario suprimir la ilusión de que la suma de algos nos acerca al todo. Tenemos la idea de que el todo está fragmentado en diversas partes, en pequeños algos, ¿cómo vamos a percibir y entrar en el todo? Pues, ya se sabe, no queriendo algo en nada. Si usted desea comer una manzana, pero no hay, sino peras, entonces no llore por la manzana que no hay, disfrute la pera que sí hay. La forma de que desaparezca la ilusión es no identificar nunca ningún algo con el todo. ¿Qué significa todo esto? La absoluta libertad para no dar más valor a cada cosa que el que tiene, que siempre es muy poco. Quedarse libre, quedarse feliz.

1 comentario:

Anónimo dijo...

A mi me ha servido mucho todo esto que dice usted. Gracias por recordarme que es mejor tenerlo Todo a poseer poco o algo de nada. Yo quiero todo a lo que tengo derecho, y ese todo es mi felicidad dentro de la paz, la alegría y el amor.

Lo sigo queriendo más y más!

Zaidy.