martes, 9 de abril de 2013

HAZ LO TUYO




Este viejo precepto, con su tinte de individualismo, tiene el poder de centrar tus energías en la dirección de su máximo rendimiento. Introduces esta división: lo tuyo, lo ajeno y lo de Dios. Lo tuyo es lo que está en tu poder hacer, lo ajeno es lo que está en el poder de otros y lo de Dios es aquello que está fuera del poder del hombre. Siempre que quieras hacer lo ajeno, tendrás como resultado la frustración, la decepción, y no serás feliz. He conocido bondadosísimas abuelas tratando de guiar a sus nietos por el buen camino, pero con pésimos resultados. Lo que los nietos, los hijos mayores de edad, deban hacer es propio de ellos, no de sus abuelos ni de sus padres.
Una persona adulta debe asumir su responsabilidad y hacer lo que le corresponde, pero si ella no lo hace se queda sin hacer. Así de simple. Cuando no haces lo tuyo solo puedes esperar sufrimiento, cuando tratas de hacer lo ajeno, la frustración será la recompensa. Es cierto que eres un individuo, distinto de todos los demás, e igual a ti mismo.
También es cierto que estás en medio de los demás. Imagina una composición musical, realizada con cientos de notas armoniosamente ordenadas. Cuanto más cada nota se ella misma, tanto mejor se oirá la melodía. Así, cuanto mejor hagas tú lo tuyo, tu relación con los demás será más rica, más armoniosa.
Existen tres cosas realmente importantes, decisivas para ti. Tu paz, tu alegría y tu amor. Si las logras, tú estarás bien y los que se encuentren contigo se sentirán dichosos. Tú siempre tranquilo, tú siempre contento, tú siempre amoroso, muy bueno para ti. Y muy bueno para los demás que se encuentre contigo.
Pero tu paz, tu alegría y tu amor, es asunto tuyo y solo tuyo. Haz, pues, lo tuyo.  Serás feliz. Toda energía que gastes en hacer lo ajeno será perdida para ti y molesta para el otro. Haz lo tuyo y habrás cumplido con toda la humanidad. Lo tuyo es tu paz, tu alegría, tu amor. Hazlo y serás un ser feliz en medio de otros seres que también serán felices contigo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Nada más cierto que sus palabras! Sabiduría en acción!
Gracias por compartir su paz, su alegría y su amor con todos nosotros.

Zaidy.

Reyna Camacho dijo...

Hace un tiempo que necesitaba recordarme a mi misma y tomarme mi pastillita de ubicatex!
Gracias!!!!

Anónimo dijo...

Yo también necesitaba recordarme que debo hacer unicamente lo que me corresponde. El resto se lo dejo a los demás y a Dios.
A veces queremos abarcar demasiado en detrimento de nuestra paz.
Una vez más, muchas gracias Padre Marciano.
IVELISSE

Anónimo dijo...

qué simpático lo de "ubicatex", me lo apropio. También me ha resultado sumamente oportuna esta entrada del blog Felicidad, gracias Padre Marciano