Inmersos en tecnología
electrónica: teléfonos, radios, televisores, computadoras, equipos médicos, de
juegos, cocinas, refrigeradores, lámparas, cine, y mucho más. De tal forma que
nuestra existencia está íntimamente unida a la electricidad. Ya no sabemos
vivir sin ella, al menos en los países desarrollados y en las ciudades y
pueblos de los países con menos desarrollo. En un hecho.
Ello significa un gran alivio
para las personas. Ahora yo uso una computadora para escribir esto, y se me ocurre
preguntarme si tengo conciencia refleja de este maravilloso hecho. En poco
tiempo después este mensaje estará a disposición de gran parte de la humanidad.
¿No podría yo vivir este simple acontecimiento con grande alegría? Ahora puedo expresar este sentimiento: “Hermanos
y hermanas de toda la humanidad, los quiero mucho”, y creer que en alguna parte
del mundo alguien ha sonreído al leerlo
Es verdad que han existido seres humanos
que descubrieron la belleza vibrante de todo lo existe. Hoy nosotros contamos con muchos más medios para conocer, para comunicarnos,
podemos entrar en los misteriosos fondos de la materia, descubrir sus potencialidades
y llenos de asombro decir. “Bendito eres, Dios Padre Creador”.
Es cierto, muy cierto, más cierto
de que quisiéramos, que todas estas cosas puede ser usadas para el mal, originar dolor y sufrimiento, Pero este cura
carmelita les dice con gran convencimiento que eso depende del uso que le demos
a nuestra inteligencia. Si pensamos sabiamente hallaremos el sentido de verdad,
de bondad y belleza que existe en cada cosa.
Muchísimo más en ti que lees este
mensaje. Te regalo una flor
3 comentarios:
Padre lo quiero muchooo ...muchas gracias
Ingrid Lora
Recojo esa flor blanca cultivada a la luz amorosa de tus palabras, Marciano. Y despierta la memoria versos de Martí, que bendicen también la vida. Amor.
Gracias Padre Marciano....y si que he sonreido!.....yo tambien lo quiero mucho, mucho, mucho. Gracias a Dios que he tenido la dicha, la felicidad, el privilegio de conocerle. Bendito sea Dios!. Que Dios lo bendiga siempre.
Vivian Martinez
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