Los viejos filósofos pensaron que
los seres en general pueden llegar a ser más de lo que son. Se da así el hecho
de que algo sea más o menos, existe un ser más y un ser menos. Cuando un ser
humano es mucho menos de lo que puede ser, su manera de sentirse es la
frustración, la tristeza, la depresión. Y estas experiencias sordas y oscuras
le producen una rabia muy peligrosa no solo para los demás, sino también para
el mismo.
Un ser humano adulto normal tiene una
cantidad enorme de diversas posibilidades, las cuales puede estar desarrollando
y entonces es más, o lamentablemente tenerlas apagadas, ignoradas, perdidas, y
entonces es menos.
Una persona puede tener su inteligencia y
su sensibilidad cultivadas, vive consciente del mundo en que existe. Conoce la
realidad y reacciona ante ella de modo adecuado. Cultiva la ciencia y también
las artes y los deportes. Así desarrolla sus capacidades y llega a ser más. Su
mente disfruta de la verdad, su sensibilidad goza con el bien y la belleza, y ello
lleva a esta persona a sentirse bien, a estar feliz.
Podemos decir que existe una cualidad
humana, una forma muy especial de relación con uno mismo y con los demás.
También esta cualidad puede estar en menos o en más. Existen de hecho personas
que se relacionan consigo mismas y con los demás de una manera desagradable.
En este universo de humanidad, la forma de
relación consigo y con los otros es de máxima importancia, lo llamamos comunicación.
¿Cómo me digo yo las cosas que me tengo que decir? Ser más sería perdonarme lo
mal hecho y celebrar lo hecho bien. Mi comunicación conmigo sería positiva.
¿Cómo digo a los otros las cosas
que tengo que decirles? Si lo hago de la peor manera, estaré siendo menos, me
sentiré mal. Puedo hacerlo de la mejor manera, buscando las más nobles palabras
y los más amables gestos. Esntonces seré más humano y me sentiré mejor.
1 comentario:
Gracias padre Marciano por sus hermosas reflexiones
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