Puedo ser feliz porque sé de dónde vengo, a dónde voy, y
lo que tengo que hacer. Sé que vengo de Dios Creador por medio de un largo
proceso que dura ya trece mil setecientos millones de años. Vengo del Sumo Bien,
de la Llama viva de amor.
Y voy al encuentro para siempre con ese mismo Sumo
Bien y esa misma Llama viva de amor..
Para saber con exactitud lo que tengo que
hacer debo distinguir cuidadosamente
entre obligación y gusto. Puesto que vengo del Sumo Bien y la Llama viva
de amor, estoy constituido para amar el bien, para desearlo, quererlo y
disfrutarlo. Hacerlo es un sumo gusto, no una obligación, es una profunda
satisfacción.
Entonces ¿qué tengo que
hacer? La respuesta correcta es: no tengo que hacer nada. No estoy en el mundo
con obligaciones impuestas, estoy en el mundo con la capacidad de escoger, entre
sus diversos bienes, aquellos que me gusten. Por dos razones los escojo, porque
son bienes y porque me gustan.
Estar en el mundo de Dios
camino de Dios, no es una obligación, es una experiencia casi inefable. No
estoy en el mundo como esclavo de Dios, sino como hijo heredero, con la posibilidad
de disfrutar de todos los bienes. Por eso puedo ser feliz.
Puedo ser feliz porque sé de
dónde vengo,
a dónde voy
y lo que tengo que hacer.
Feliz
2014
2 comentarios:
bonita foto, hermano
Feliz año padre Marciano y muchas bendiciones
Alma
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