Aparte para
los amigos de Dios
Yo. Padre
Marciano García, soy licenciado en Sagrada Teología por la Pontificia Universidad de Salamanca, he sido profesor de un seminario
mayor de la iglesia católica por más de 37 años, he estudiado Sagrada Escritura continuamente, historia de la iglesia, etc.
Al examinar los
alegatos comprendo con toda evidencia que ellos, los amigos del diablo, no son
teólogos ni escrituristas, ni científicos. Identificar la iglesia católica con
la creencia en la existencia del diablo es ya algo que supera todo límite de
paciencia. Solo a un ignorante de marca mayor se le puede ocurrir tal cosa.
Pro no cabe
dudas de que ellos así lo creen porque eso es lo que han oído durante toda su
vida. Creo en su buena fe. Pero, ciertamente, eso que yo digo, lo dicen todos los
teólogos actuales, que supongo ellos no han leído.
Quiero
aclarar algunos puntos. Solo el magisterio supremo de la Iglesia Católica,
dentro del catolicismo, tiene autoridad para declarar válidamente el sentido dogmático
de los textos de la Sagrada Biblia. Nadie puede señalar que lo haya hechos
respecto de los textos sagrados citados. Su interpretación solo pude tener un
sentido personal, sin ningún carácter obligatorio para nadie. Señores lectores
de la Biblia, ¿por qué no se ponen al día en estas cosas elementales?
En la iglesia
católica, la existencia del diablo no es una verdad de fe. No está en el Credo,
ni en ningún otro documento dogmático que haya definido la existencia del
diablo como un dogma de fe. Los que crean que sí, pues que lo señalen y muestren.
Estos
fervorosos amigos del diablo han hablado de lo que ignoran, por más que lo
crean hasta elemento esencial de la doctrina católica. ¡Qué barbaridad!
Ustedes,
amigos de Dios, sigan tranquilos, amando a ese Dios Supremo Bien, el mejor posible
de los padres, amor eterno. No estamos negando ninguna verdad de nuestra fe, de la
fe de la iglesia. Pero, de paso, sí podemos agradecer sus oraciones. Recuerden
las palabras de Pedro: “No den resquicio al diablo”. Y mucho menos le abran la
puerta de par en par. Los quiero, Viva Dios, abajo el diablo. ¿Verdad que yo
soy un gran tentador?
7 comentarios:
Bendita su tentación, y bendita su inteligencia para dar respuesta a tanto simplismo infantiloide...
Por otra parte, Marciano, no sé si en la querida Cuba se dirá aquello de ..."las criticas majaderas de lo que escribí poco me alteran, pues más pesadumbre tuviera si me aplaudieran aquí".
Un abrazo en Dios, el Abba de Jesús.
Gracias, Amor. Yo dije lo que no eran, ahora estoy investigando lo son
Aprecio mucho tu respaldo.
Sin ánimo de seguir la polémica, pasando por alto los insultos que estamos recibiendo, sólo una pregunta:
¿El Catecismo de la Iglesia Católica, actualizado por Juan Pablo II, está fuera del Magisterio de la Iglesia?
Hay dos dogmas de fe que avalan la existencia del Maligno: En el concilio IV de Nicea y en el de Trento, que yo sepa el Vaticano II no anuló ningun dogma anterior.
Palabras de Pablo VI, al finalizar el Concilio:
"Nosotros creemos que un ser preternatual ha venido al mundo para perturbar la paz, para ahogar los frutos del Concilio y para impedir a la Iglesia cantar su alegría por haber retomado plenamente conciencia de ella misma.
Se entiende por "preternatural" en Teología, aquellas realidades situadas entre lo humano y lo divino, en el sentido de que no se refiere al hombre puramente, pero tampoco directamente s Dios, es decir ángeles y demonios.
Por supuesto que no he estudiado tanta Teología como usted, algo sí, pero mi fe se alimenta del Magisterio de la Iglesia.
Y por encima de todo, mi vida está anclada en el Amor de Dios y en su Misericordia, por eso el diablo no me obsesiona en absoluto, pero sí como católica me veo obligada a afirmar la Doctrina Católica y las verdades que hemos de creer.
Sin ánimo de ofender a nadie, me he permitido entrar en este blog con la libertad que se supone en un blog abierto a todos.
La paz de Dios sea con todos.
Realmente curioso la atención y en muchos casos aprensión con que se ha debatido sobre las últimas entradas. Para mi están bastante claros los bandos: los entusiastas de la felicidad - P.Marciano a la cabeza- frente a los entusiastas del miedo. Estoy con los primeros y no encuentro fundamento racional ni doctrinal a los segundos, que reconozco han hecho un gran esfuerzo por intentar ofrecerlo. Una pregunta simple, si admiten la influencia peligrosa de algún ser malévolo que no ven ¿cómo es posible entregarse sin reservas-temores-desconfianzas al prójimo que sí ven, de acuerdo al mandamiento supremo del Amor? o acaso ¿habrá aconsejado Jesús de Nazaret algo imposible?
Saludos a todos, Asor
Querida mía, me he puesto envidioso del diablo. Tú sabes que él está ahí. Quisiera yo también estar ahí, en algún saber tuyo, en algún rinconcito de la luz de tu alma, tan bella. Ahí solo está Dios y yo que me voy meter aunque tú no quieras. Pero el diablo no, no está ahí ni en ninguna parte.
Te recomiendo que eches una mirada el Decreto sobre la libertad de conciencia del Concilio Vaticano II. Marciano
yo tambiénj estar ahí
Apoyo su visión espiritual cristiana, Marciano. Su raíz es el Evangelio, y se apoya en todos los teólogos serios contemporáneos, desde Rhaner a Pagola, por poner dos nombres entre una larga lista. Pero desafortunadamente (sobre todo para ellos)siempre hay (y habrá) gente que además de ser estrecha de miras y vivir en la intolerancia, es gente plenamente convencida de que cuanto más intolerantes son, más cerca del Cielo estarán.
Yo he caido concientemente y en pleno uso de mi inteligencia en la tentación del Padre Marciano. Desde ese momento mi relación con el Amor Infinito, Dios, es mucho más íntima y cercana, llena de amor y de confianza en la plenitud de la Eternidad que desde aquí empiezo a vivir.
Gracias Padre Marciano por enseñarme que Dios en su perfección, me ha dotado de inteligencia para que la utilice y crezca en el Amor.
Zaidy.
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