miércoles, 6 de febrero de 2008

FELICIDAD, SEGUNDO NIVEL. IV.

Quizá alguien pueda pensar que el cuerpo sea más una fuente de sufrimientos que de felicidad y que prefiere ir al siguiente nivel por ver si allí encuentra algo más alentador. Así no funciona. Supuesto que tú vives ya una relación positiva con tu propio cuerpo, que experimentas el bienestar que nace de sentirse relajado, percibiendo las sensaciones fisiológicas, podrás pasar a reflexionar sobre el segundo nivel: la felicidad que nace de las sensaciones y percepciones sensibles.
Ver un hermoso paisaje es maravilloso. Comparado con el ver mismo carece de importancia. Lo realmente asombroso es el hecho mismo de ver. Si estás leyendo estas líneas, ciertamente ves. Ver produce una inmensa alegría. Nada es tan feliz como ver. No obstante, un pesimista dice muy convencido que “para lo que hay que ver, da lo mismo ver que no ver”. Si no disfrutas el hecho mismo de ver, de tener una mejor o peor visión, estás perdiendo una incomparable sensación de felicidad. Es absolutamente claro que ves con tus ojos, no puedes ver con los ojos de otro. Sentirte lleno del gozo inefable de ver, depende sólo de ti. Esa felicidad es toda tuya.
También es grandioso cerrar los ojos y oír un concierto, el trino de unos pájaros que viven en los árboles cercanos, la voz de una persona amada. Oír es también una fuente preciosa de felicidad. Quizá una gran mayoría de la gente triste del mundo, no disfrute de ver ni de oír, no le da importancia. Tú puedes hacerte consciente de estas realidades que, no por aparentemente triviales, dejan de ser finísimas fuentes de felicidad. Esto lo sabe bien quien se queda ciego, quien se queda sordo. Existen infinitas cosas lindas que ver, otras tantas que oír.
Sentir una mano amiga sobre el hombro es feliz en extremo. Quizá, sea esa falta de caricias lo que más tristeza difusa nos causa. El sentido del tacto, distribuido por todo el cuerpo, es una fuente fecunda de alegría cuando le prestamos atención. Pon tu mano sobre cualquier cosa ahora cerca de ti y vive ese misterio enorme de tocar, de palpar, de acariciar. También es cierto que puedes golpear, empujar, herirte, y eso no es agradable. Pero, siempre puedes acariciar en lugar de golpear. Me refiero a que elijas para acariciar a personas, a seres vivos y sensibles. Cuando miras, puedes acariciar con tu mirada el objeto que observas; cuando oyes, los sonidos acarician tus oídos. Si vives entre caricias, estarás rebosando de felicidad.
Las cosas no solo tienen color para ser vistas, cualidades sonoras para ser oídas y consistencia para ser tocadas. También tienen olor y sabor. Tú puedes añadir que esos olores, casi siempre son repugnantes y esos sabores rara vez son agradables. Puedes decir que sólo se ven y se oyen cosas feas, que lo que recibes no son caricias sino golpes, y que el mundo está lleno de pestes. Todo eso es verdad, sin duda. Pero eres tú el que eliges si quieres ver cosas hermosas, oír sonidos agradables, acariciar y no golpear, oler ricos olores y saborear cosas ricas. Puedes convertir tus sentidos en fuentes de alegría, de felicidad, o de rabia, de disgusto. Eso sólo depende de ti.
En realidad, estos dos niveles de felicidad, fisiológica y sensorial, son fundamentales; por eso, sin la clara conciencia de ellos, la persona está confusa acerca de su propia identidad. Ellos, a su vez, son orientados por la actividad racional, el tercer nivel de felicidad. Si integras en tu conciencia las hondas satisfacciones de tu cuerpo vivo y las actividades de tus sentidos exteriores, te será posible gozar de un estado básico de bienestar, de gozo, de alegría vital, fuente de felicidad real.
Continuará.

2 comentarios:

DE LA MANO DE TERESA DE JESUS dijo...

Hola Padre, he estado leyendo y reflexionando sus articulos sobre la felicidad. Resumo lo que estoy trabajado:
1º articulo: Cultivar pensamientos positivos.

2º Controlar las reacciones, el sufrimiento no es necesario, inevitable ni una obligacion.

3º Reconciliacion con el cuerpo, percibir las diferentes sensaciones, agradecer

4º atenta a las percepciones sensoriales, ser positiva, disfrutar, contemplar.

Y sigo con muchas ganas esperando lo que sigue. Este tiempo de cuaresma es perfecto para trabajar estas cosas y poder llegar a encontrar, descubrir la felicidad en nosotros y vivir nuestra verdad. Desde ahi partimos al encuentro verdadero con Jesus.

Que Dios lo bendiga. Seguire visitandolo en espera de lo que sigue.

Hasta cada oracion
Teresa

mj dijo...

Hola Padre, siga escribiendo de esta manera tan especial. Yo desde aquí le felicito por ello.
Le sigo, y le leo
Un saludo
Jose