lunes, 23 de enero de 2012

TODO UN AÑO PRA SER FELIZ




Quizá no sea difícil hacer un discernimiento ahora mismo que usted lee estas líneas: ante las cosas que usted desea y se dan se siente feliz, ante las que no desea pero se dan, usted está molesto, infeliz. ¿Verdad, o no es así? Piénselo brevemente. Sí, así es. Cuando ocurre algo que yo quiero y espero, me siento muy feliz. Pues bien tenemos todavía un largo año por delante, con muchos días, horas y minutos, que nos pueden hacer felices. ¿Cómo será eso?

Cada mañana, al levantarse, usted se va a decir con mucha convicción: todo lo que suceda en este día lo aceptaré como si yo lo hubiese pedido y esperado. Ya escucho su protesta, ya siento su voz gritando: No, pueden pasar cosas que no he pedido ni espero, cosas malas que no quiero.

Usted puede pensar como quiera, supuestamente es el dueño de sus pensamientos. Sólo puedo garantizarle una cosa: si usted cree que pueden pasar cosas malas que usted no quiere ni espera, no habrá forma de que usted sea feliz, vivirá asustado, sobresaltado, inseguro, será muy infeliz. Ya sé lo que me replica: eso es la verdad.

Yo no apostaría mucho por una verdad que sólo podrá hacerme infeliz. Claro, yo tengo una fe según la cual todo lo que me suceda en este año, como en cualquier otro, lo ha determinado mi Padre Dios para mi bien y lo recibo así como si lo hubiese pedido y lo esperara. No, no, sea lo que sea, salud, o enfermedad, éxito o fracaso, vida o muerte.

Si, porque como decía Santa Teresita: todo es gracia. Se puede, pues, ser feliz cada hora viviendo esa gracia.

3 comentarios:

Santisiembra dijo...

Dicen Pbro. que todo sucede para bien del hombre, aunque en el momento no veamos el bien por ningún lado, que los milagros se dan en los cambios radicales... precisamente en eso que no queremos que nos suceda o que no queremos vivenciar.

gosspi dijo...

Que buen descubrimiento!!!! Pienso asi..todo es DON...lo interesante es desde la oracion hacer un acto de Fé y vivir el Don como un regalo en el presente y en la Presencia....asi se ve la eternidad muchas veces porque la Paz no te abandona nunca.

Anónimo dijo...

Padre Marciano!
Cada día se me hace más fácil ver lo bueno en cada situación en que me encuentro o que sucede a mi alrededor. Tengo más paz interior y por ende soy más feliz.
Gracias Padre... Dios lo bendiga!

Zaidy