viernes, 10 de febrero de 2012

DEPENDE SOLO DE TI


En realidad, cada ser humano existe solamente desde su piel para adentro. Adentro de cada uno está lo que él ha entrado o dejado entrar, incluso sin su prmiso. No es un problema mayor encontrar que uno tiene pensamientos, sentimientos, deseos, de cosas que no quiere pensar, ni querer, ni desear. pro están ahí, en la conciencia, haciendo ruído. No es un mayor problema porque siempre es posible eliminar de nuestra conciencia aquellos contenidos que no queremos tener dentro de nosotros.
Existen contenidos perturbadores, miedos, temores, rabias, iras, enfados, estados depresivos, y así por el estilo. La buena noticia es que podemos elegir otros estados de ánimo, otras expeeriencias distintas como serenidad, paz, alegría, amor, satisfaccíon, bienestar. La diferencia entre estar triste o alegre es muy fuerte, pero usted puede elegir estar triste o estar alegre. Para poder hacerlo, se convence primero de que no existe ninguna obligación moral, ni de ninguna otra clase, para que tenga que estar triste. Sub tristeza no ayuda a nadie, tampoco a usted, nadie la necesita, ni usted tampoco.
Si logra convencerse del todo, verá que ya no se pone triste, sino que está alegre. Lo mismo sucede con todos los contenidos molestos, Simplemente lo analiza: no tiene ninguna obligación de estar perturbado, ni rabioso, ni lleno de odio. No tiene esa obligación, y por el gusto de estarlo no lo va a hacer.
Simplemente, estar feliz solo depende de usted. De que usted quiera.

3 comentarios:

Santisiembra dijo...

Hola Padrecito, es verdad que nuestro malestar no ayuda a nada y quizás ni le interese o importe a los demás.. Pero cuan difícil conseguir que factores externos dejen de causarnos disgustos o malestares..

Anónimo dijo...

Vivir de mi piel hacia adentro es un ejercicio constante,pero al final
¡cuanto sosiego!
Padre, jamás deje de repetirnos esto.

IVELISSE

gosspi dijo...

Me encanta con la simplicidad que pone la verdad en su entrada de hoy...me llena de alegria saber que está en mis manos mi vida entera y que si la pongo en Manos de Dios El me dá la vida en abundancia y me enseña a saber sufrir con alegria y esperanza.