miércoles, 7 de noviembre de 2012

El ser increible del hombre








Me he ocupado en decir y escribir alegatos a favor de la vida feliz, antes lo habían hecho otros muchos. Siguiendo mi propia experiencia y la de otros también muchos, exploré el mundo de la coherencia idea – felicidad y llegué a creer que una persona adulta y sana psíquicamente, no podía ser feliz sin una fuerte coherencia de sus ideas.
En estos días de debates tan especiales, voy descubriendo personas que dicen que son felices creyendo en Dios y en el diablo. Creen que Dios ha soltado tras ellos seres perversos pertenecientes al mundo superior con el fin de tentarlos, hacerles la vida un continuo bregar contra sus ardides y, si puede, arrastrarnos al infierno; pero eso no les impide amar a este Dios, que puede además condenarles a sufrimientos eternos, Se encuentran bien así y creen firmísimamente que esa es la doctrina de la iglesia católica. Así dicen y debemos aceptar su testimonio. Si pueden ser felices pensando así, no tengo ninguna objeción. Sean felices, hermanos. Manténgase fieles a la Santa Doctrina de la Iglesia.
Yo no puedo ya aceptar tales cosas. Por mucho tiempo pude hacerlo. ¿Qué sucedió para que ahora ya no pueda?. Quizá fue que el diablo me engañó, es una posibilidad. Un día leía a Santa Teresita del Niño Jesús, Doctora de la Iglesia, ella muchas veces lloraba de alegría por la gracia increíble de poder llamar padre a Dios. A mi, miserable pecador, no me daba ni frío ni calor. Decidí tomarme en serio eso de Dios padre.
Estuve mucho tiempo pensando en ello: Dios es mi padre. Me asaltaba una duda,  ¿realmente es Dios un Padre para mí? La respuesta me la trajo un libro llamado “El Dios Sádico”, de François Varon. Tú, mi Padre, que sueltas detrás de mi legiones de seres perversos para que me arrastren al infierno? ¿Qué clase de padre eres? En este caso serías un padre sádico. Pero eso no es posible. Para mí la única salida era negar tal cosa, que Dios, padre mío, haya soltado diablos detrás de mí para hacerme sufrir y arrastrarme al mal. Eso sería absolutamente sádico. Esta doctrina de la iglesia se me hace impensable, inaceptable.
Las doctrina de la iglesia, tiene dos tipos de formulación: una solemne, en que se declaran los dogmas, y otra ordinaria, en la que se enseñan cosas sin pretender que sean dogmas. A esta doctrina los fieles deben prestar su consenso, a no ser que tengan razones válidas para no hacerlo, A la doctrina (no dogmática) de la existencia del diablo, se le puede prestar consentimiento, si  no se tienen razones en contra. Yo tengo en contra muy poderosas razones, no yo solo, sino la inmensa mayoría de los teólogos actuales. Sabemos que Pablo VI creía en la existencia del diablo, pero nunca se atrevió a proponerla como un dogma de fe.
Dentro de la más estricta ortodoxia católica, conforme con las normas establecidas en la Iglesia, todos los fieles pueden disentí de cualquier enseñanza ordinaria si tienen suficientes razones para ello. Para mí la existencia de Dios y del diablo es tan contradictoria como la existencia de un círculo cuadrado al mismo tiempo. Tengo todo el derecho de disentir y de expresar este disentimiento. Y lo hago, porque he visto  a   mucha gente sufrir a causa de esa creencia. Pero si ustedes son felices creyendo en la pareja Dios – diablo, pues sigan  creyendo. Yo no puedo desde el día en que me lo tomé en serio.


6 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo ya tampoco puedo creer...

Zaidy.

AMOR dijo...

Los adelantos en el conocimiento de lo cristiano están siendo tan profundos, tan radicalmente innovadores e iluminadores en cualquier campo, que todo creyente responsable está obligado a ponerse al día y repensar su fe. Quizás tengamos que desmontar muchos de nuestros viejos esquemas para apuntalar nuestra fe en Jesús de Nazaret, aumentar nuestro amor a la humanidad y mantener viva nuestra esperanza en el Padre de todos.
Conclusiones y reflexiones como las que en estas últimas entradas nos expone Marciano están implícitas o explícitas en la mayoría de los libros de los mejores teólogos y en los análisis más actuales sobre el contenido de los libros sagrados del cristianismo. Nada hay terminado en Teología. En el mundo católico –el nuestro– se padece una inflación de dogmas, soluciones, y respuestas. Dogmas, soluciones y respuestas devaluadas .Renovar no es renegar. Repensar no es abjurar. Madurar no es olvidar. La relatividad no es relativismo.
O crecemos o se nos muere la fe. Una fe adulta es una fe personal, valiente, sin miedos infantiles. La fe adulta sólo se encuentra en personas adultas que no tienen miedo a preguntarse, no tienen miedo a la duda, no tienen miedo a caminar a contracorriente, a protestar ante el Sanedrín, a preguntar, una y otra vez a Jesús: ¿dónde vives?
Y ante todo, creo que debemos perder el miedo. Ese es el gran enemigo para amar. El miedo puede confundir, y por miedo se puede herir. Con miedos no somos libres. Sobre todo no nos confundamos ni que nos confundan con ninguna doctrina “en nombre de Dios”, porque Dios está por encima, más allá de cualquier doctrina humana (y la doctrina de la iglesia católica no olvidemos que ha sido elaborada por hombres, y por hombres en un determinado contexto y momento histórico). La organización, funcionamiento, legislación y estructura jerárquica de la institución eclesial no constituyen, no son, la divinidad.
Este blog, la sabiduría de su autor, creo puede ser una ayuda para el cristiano
que quiera poner al día su fe. Sus entradas, pienso que se ajustan de maravilla al mensaje feliz y liberador de Jesús, sirviendo como herramienta para vivir nuestra fe y nuestra espiritualidad.
Un abrazo y felicidad en Cristo, Marciano.

Anónimo dijo...

cerapr 385

Unknown dijo...

¡ Que hermosa reflexión Padre Mío !, yo era de las que tenia ideas de que alguna identidad Maligna ( conocida por Diablo ), es la culpable de las cosas horribles que pueden aquejar al ser humano, pero siempre nos enseñaste que no es así, y yo no comprendía muy bien, porque se que la lucha del bien y el mal existe en el batallar diario, pero se que el Padre divino de las Criaturas todas No puede permitir nada malo pueda hacer Diablo alguno al Hombre, como bien dices no se le puede atribuir perversidad alguna para con su creación a imagen y semejanza, somos sus criatura sus hijos, y El un Padre amoroso, Solo los que no siguen sus consejos y reglas en el AMOR, los que se les puede atribuir las " DIABLURAS ". El nos enseño el Buen CAMINO Y EL AMOR,.................... A las Criaturas les toca escoger y preferir sus enseñanzas, ( hasta eso en su inmenso amor nos permite El libre albedrío, y por si fuera poco PERDONA TODO,................ ¡ ALELUYA ! mi DIOS es Todo AMOR.

Un Besote te quiero , ME ALEGRA SABERTE BIEN,

TU HIJA gema.

Anónimo dijo...


Tú me revelas que no hay que perder la esperanza, siempre existen personas luminosas. Gracias por esas intervenciones tan claras y precisas. Eso es. La nueva evangelización no puede consistir, no debe consistir, en repetir con más fervor aún, viejos esquemas obsoletos. Marciano

Anónimo dijo...

Hola Padre Marciano
Gracias por las bellezas que escribe , gracias P.Marciano no se imagina usted como escucharlo , leerlo , me ha ayudado en mi crecimiento espiritual, no podría expresarle las bellezas que he experimentado desde que puedo vivir mi espiritualidad sin miedos , sabiendo que Dios es Amor , sintiendo ese amor en lo mas profundo de mi ser ... gracias, saber que Dios me ama es mi mayor herramienta para luchar cada día sin perder la Fe
bendiciones
Ingrid