Me
he ocupado en decir y escribir alegatos a favor de la vida feliz, antes lo
habían hecho otros muchos. Siguiendo mi propia experiencia y la de otros
también muchos, exploré el mundo de la coherencia idea – felicidad y llegué a
creer que una persona adulta y sana psíquicamente, no podía ser feliz sin una
fuerte coherencia de sus ideas.
En
estos días de debates tan especiales, voy descubriendo personas que dicen que
son felices creyendo en Dios y en el diablo. Creen que Dios ha soltado tras
ellos seres perversos pertenecientes al mundo superior con el fin de tentarlos,
hacerles la vida un continuo bregar contra sus ardides y, si puede, arrastrarnos
al infierno; pero eso no les impide amar a este Dios, que puede además
condenarles a sufrimientos eternos, Se encuentran bien así y creen
firmísimamente que esa es la doctrina de la iglesia católica. Así dicen y
debemos aceptar su testimonio. Si pueden ser felices pensando así, no tengo
ninguna objeción. Sean felices, hermanos. Manténgase fieles a la Santa Doctrina
de la Iglesia.
Yo
no puedo ya aceptar tales cosas. Por mucho tiempo pude hacerlo. ¿Qué sucedió
para que ahora ya no pueda?. Quizá fue que el diablo me engañó, es una
posibilidad. Un día leía a Santa Teresita del Niño Jesús, Doctora de la
Iglesia, ella muchas veces lloraba de alegría por la gracia increíble de poder
llamar padre a Dios. A mi, miserable pecador, no me daba ni frío ni calor.
Decidí tomarme en serio eso de Dios padre.
Estuve
mucho tiempo pensando en ello: Dios es mi padre. Me asaltaba una duda, ¿realmente es Dios un Padre para mí? La
respuesta me la trajo un libro llamado “El Dios Sádico”, de François Varon. Tú,
mi Padre, que sueltas detrás de mi legiones de seres perversos para que me
arrastren al infierno? ¿Qué clase de padre eres? En este caso serías un padre
sádico. Pero eso no es posible. Para mí la única salida era negar tal cosa, que
Dios, padre mío, haya soltado diablos detrás de mí para hacerme sufrir y
arrastrarme al mal. Eso sería absolutamente sádico. Esta doctrina de la iglesia
se me hace impensable, inaceptable.
Las
doctrina de la iglesia, tiene dos tipos de formulación: una solemne, en que se
declaran los dogmas, y otra ordinaria, en la que se enseñan cosas sin pretender que
sean dogmas. A esta doctrina los fieles deben prestar su consenso, a no ser que
tengan razones válidas para no hacerlo, A la doctrina (no dogmática) de la existencia
del diablo, se le puede prestar consentimiento, si no se tienen razones en contra. Yo tengo en
contra muy poderosas razones, no yo solo, sino la inmensa mayoría de los
teólogos actuales. Sabemos que Pablo VI creía en la existencia del diablo, pero
nunca se atrevió a proponerla como un dogma de fe.
Dentro
de la más estricta ortodoxia católica, conforme con las normas establecidas en
la Iglesia, todos los fieles pueden disentí de cualquier enseñanza ordinaria si
tienen suficientes razones para ello. Para mí la existencia de Dios y del
diablo es tan contradictoria como la existencia de un círculo cuadrado al mismo
tiempo. Tengo todo el derecho de disentir y de expresar este disentimiento. Y
lo hago, porque he visto a mucha gente sufrir a causa de esa creencia. Pero
si ustedes son felices creyendo en la pareja Dios – diablo, pues sigan creyendo. Yo no puedo desde el día en que me
lo tomé en serio.
5 comentarios:
Yo ya tampoco puedo creer...
Zaidy.
Los adelantos en el conocimiento de lo cristiano están siendo tan profundos, tan radicalmente innovadores e iluminadores en cualquier campo, que todo creyente responsable está obligado a ponerse al día y repensar su fe. Quizás tengamos que desmontar muchos de nuestros viejos esquemas para apuntalar nuestra fe en Jesús de Nazaret, aumentar nuestro amor a la humanidad y mantener viva nuestra esperanza en el Padre de todos.
Conclusiones y reflexiones como las que en estas últimas entradas nos expone Marciano están implícitas o explícitas en la mayoría de los libros de los mejores teólogos y en los análisis más actuales sobre el contenido de los libros sagrados del cristianismo. Nada hay terminado en Teología. En el mundo católico –el nuestro– se padece una inflación de dogmas, soluciones, y respuestas. Dogmas, soluciones y respuestas devaluadas .Renovar no es renegar. Repensar no es abjurar. Madurar no es olvidar. La relatividad no es relativismo.
O crecemos o se nos muere la fe. Una fe adulta es una fe personal, valiente, sin miedos infantiles. La fe adulta sólo se encuentra en personas adultas que no tienen miedo a preguntarse, no tienen miedo a la duda, no tienen miedo a caminar a contracorriente, a protestar ante el Sanedrín, a preguntar, una y otra vez a Jesús: ¿dónde vives?
Y ante todo, creo que debemos perder el miedo. Ese es el gran enemigo para amar. El miedo puede confundir, y por miedo se puede herir. Con miedos no somos libres. Sobre todo no nos confundamos ni que nos confundan con ninguna doctrina “en nombre de Dios”, porque Dios está por encima, más allá de cualquier doctrina humana (y la doctrina de la iglesia católica no olvidemos que ha sido elaborada por hombres, y por hombres en un determinado contexto y momento histórico). La organización, funcionamiento, legislación y estructura jerárquica de la institución eclesial no constituyen, no son, la divinidad.
Este blog, la sabiduría de su autor, creo puede ser una ayuda para el cristiano
que quiera poner al día su fe. Sus entradas, pienso que se ajustan de maravilla al mensaje feliz y liberador de Jesús, sirviendo como herramienta para vivir nuestra fe y nuestra espiritualidad.
Un abrazo y felicidad en Cristo, Marciano.
cerapr 385
Tú me revelas que no hay que perder la esperanza, siempre existen personas luminosas. Gracias por esas intervenciones tan claras y precisas. Eso es. La nueva evangelización no puede consistir, no debe consistir, en repetir con más fervor aún, viejos esquemas obsoletos. Marciano
Hola Padre Marciano
Gracias por las bellezas que escribe , gracias P.Marciano no se imagina usted como escucharlo , leerlo , me ha ayudado en mi crecimiento espiritual, no podría expresarle las bellezas que he experimentado desde que puedo vivir mi espiritualidad sin miedos , sabiendo que Dios es Amor , sintiendo ese amor en lo mas profundo de mi ser ... gracias, saber que Dios me ama es mi mayor herramienta para luchar cada día sin perder la Fe
bendiciones
Ingrid
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